La bicicleta se desplaza a todo vapor
el ciclista se esmera en perder sudor
a un lado, banquina, cartel ¡precaución!
debajo del puente se duerme el cartón
un puma enjaulado despierta temor
langostas y grillos le rinden su honor.
La estrofa que sigue perdió su vigor
en opacados versos de magro rigor
en ese accidente volcó su camión
lacerando trigales con raudo envión
cargado de vinos finos siquiera salvó
el ebrio del puente de mano palpó
y en recto descuido (solo) emborrachó
bebiendo en su caja camisa manchó.
La bici, el ciclista, banquina y el puente
el puma, los grillos, el ebrio, trigales
observaba, tan bella dama durmiente
pintaba un cuadro de pardos maizales
y al ver la camisa manchada enfrente
pintó sobre el lienzo las uvas vitales
trazó con su puño el tosco incidente
plasmó en acuarelas serenas señales.
El ebrio en su asombro el cuadro miró
y al ver el camión que en la curva giró
palpó él el vino fino en arte magistral
la dama, tan bella, dormía en el trigal.