¡Se me escapó la tortuga! Hice como el avestruz y me olvidé del asunto, se ve que tengo pájaros en la cabeza. Después lo quise resolver, pero soy un asno. No daba para más sudando como cerdo, casi me vuelvo el mono que encontró el reloj. Decí que como como un gorrión y mi silbido de canario le puso música al día porque pájaro que comió, voló, decían los viejos, o algo así; tengo memoria de elefante aunque como perro fiel nunca muerdo la mano que da de comer. Por eso finiquité el asunto con astucia de zorro.
¡Caracoles! A veces soy listo como delfín.