El secreto del éxito radica en saber que la inicial acentuada que, seguida por una consonante de poco uso, oculta en el punto de la incipiente vocal que precede a la cruz, que muchos piensan que se trata de una ilustre letra, una de las últimas de nuestro alfabeto, culmina con el signo que representa que el círculo está cerrado, mostrando la perfección de lo que pocos conocen.