Vivimos, envueltos en redes
De amistades y familiares
De sentires y novedades
Redes de cosas vulgares
Y esas cargadas de humores,
Telarañas de pensamientos
Ilusiones hasta el firmamento.
Y así nos damos la mano
Como noble ser humano
En fraterno sentimiento
Al cobijo del sufrimiento
Y con sueños compartidos
Con momentos divertidos
Damos brillo al presente
Que es nuestro referente.
Y así, entre redes, vivimos
Mas luego nos desenredamos
Perdidos sin saber qué buscamos
O por haberlo creído lloramos
Nos miramos bien, nos reímos
Y entonces nos encontramos.
Mes: junio 2019
Tu voz llega
Tu voz oculta una rosa
que regada por el llanto
crece en cada quebranto
crece y se rectifica
fructifica y dulcifica,
tu voz será luminosa.
Tu voz, que llega y toca
palabra que dice tu boca
al sentir que lo trastoca
le dan nueva vitalidad
al vivir, desear, realidad
tu voz, tu sensibilidad.
Tu voz habla de adentro
propiciando el encuentro
entre estos dos corazones
que se unen sin razones
y danzan juntos al centro
donde coincidimos, dentro.
Frío de frente
Frío que se siente
frío que no miente
y con un tapado
salgo agazapado.
Frío que te empaña
vicios, sexo, mañas
frío que amontona
a muchas personas.
Frío que avejenta
que corta la venta,
frío que se pega
cada vez que llega.
Frío de este lado
frío en el costado
frío que de frente
te seca la mente.
Frío que se queda
se irá cuando pueda
frío que en templanza
surge la esperanza.
Demoras
Se hacen largas las horas
A la espera del encuentro
Parece eterno el momento
Cuando cuento las demoras.
Será que esperar es amar
Y por amor desesperar,
Será que amar es hallar
Sabrá el amor esperar.
Y pasan las horas aciagas
se curan heridas y llagas
Se alejan las tardes nubladas
Nos envuelven nuestras miradas.
El encuentro se cubre de gozo
las sienes hallan reposo,
la vida observa con retraso
Nos fundimos en otro abrazo.
Y así, las horas contadas
Se nos hacen desgastadas
Perder el tiempo en pavadas
Serán lecciones pesadas.
Hasta que por fin nuevamente,
Compartamos el ambiente
Y vivamos libremente
Amor consecuentemente.
Música
Música de fondo
piano que estremece
la voz no languidece
el coro cala hondo.
Y todo se aproxima
se mezclan los latidos
conviven los sentidos
se junta, se te arrima.
La música transmite
con ritmo y alegría
con suavidad, en armonía
lo que la voz no emite.
Al darle una poesía
a ese mágico lenguaje
bebemos el brebaje
sorbiendo melodía.
Y otra vez la poesía
Y otra vez la poesía
invade con sensaciones
el comedor, las habitaciones
el baño, la celosía.
Invade los corazones
entrañas con alegría
huesos con algarabía
con tristezas, con desazones.
Y otra vez la poesía
invade con sentimientos
las obras, los pensamientos
con rubor y con valía.
Invade la palabra también
la voz, cada discurso
invade como recurso
en el camino del bien.
Y otra vez la poesía
invade también la Tierra
y en breves versos se aferra
a su sutil valentía.
Invade libros, pantallas
recitales y grabaciones
invade constelaciones
con ardor y con agallas.
Y la poesía, otra vez,
recobre como el mar al pez
nuestra fe, nuestra vida
al confiar comprometida.
Adicciones
Héctor fumaba como un cornudo. No es que los cornudos fumaran de tal o cual forma, o en tal o cual cantidad, sino que la expresión “fumaba como un cornudo” le daba el tinte suficiente como para determinar que Héctor fumaba, tanto de frente como de perfil. Y en eso estaba el mismo Héctor cuando sonó su teléfono desde un número desconocido ( por él, claro está ). No sin antes vacilar, atendió.
-Hola Héctor, sabemos lo que estás haciendo y te queremos ayudar.
-¿Quién habla?-titubeó Héctor.
-Le hablamos desde la Secretaría de Salud, precisamente desde el Departamento de Control de las Adicciones.
-Sí, está bien, ¿pero quién habla?
-Mi nombre es Janette y estamos para ayudarlo, Héctor.
-¿A esta altura del partido me quieren cambiar? Me parece que se confundieron de Héctor… Probá con el siguiente de la lista a ver qué pasa.
-Héctor, por favor, apague ese cigarrillo y escuche.
Volvió a titubear y a vacilar con el cigarrillo entre sus dedos. Optó por darle una última pitada, con el teléfono al oído, y luego, a desgana, apagarlo con bronca sobre el cenicero.
-Escuche: su adicción se ha vuelto caótica y fuera de control, ya no tiene dominio de sus acciones y esto se debe a la falta de valor que le da a su palabra.
-¿De qué me estás hablando Janette? ¿Cómo sabés que falto a mi palabra? ¿Acaso te dije que iba a dejar de fumar ayer?
-Vamos Héctor, lo conocemos. Tenemos estudiado su caso. Y estamos comunicándonos con usted porque sabemos que no es un caso perdido, como tantos. Hay muchas esperanzas puestas en su persona. Aquí en el departamento incluso se han hecho apuestas a favor de que iba a dejar el mal hábito.
-Espero poder defraudarlos.
-Seamos sensatos Héctor. Su salud está amenazada. Nadie en su sano juicio puede tolerar tamaños momentos de estrés desmedido por los que suele pasar a diario. Usted, inocuamente, cree canalizarlo a través de sus charlas con amistades, cigarrillo y café mediante. Pero por algún lado salta la liebre.
-Es usted muy perspicaz Janette, pero no creo que logre hacerme desistir de mi ímpetu por llevar adelante una vida que, no sin altibajos, me ha dado felicidad.
Héctor encendió otro cigarrillo mientras dejaba sobre la mesa el teléfono en altavoz. Del otro lado se oyó un soplido, con un dejo de cansancio. A su vez, Héctor sopló el humo con un canso de dejancio.
-Mire Héctor, si por las buenas no quiere entenderlo, no nos quedará más remedio que hacerlo por las malas.
-¡Ah! ¡Se puso bravo el asunto!
-Tal cual.
-Y bien, ¿cómo sería entonces por las malas Janette?
-La solución a su problema de adicción sería el siguiente: Observando su acción desmedida y poco comprometida, sus comentarios procaces, sus opiniones ligeras, a través de la red social Facebook, no nos quedará otra que solicitarle a Mark cierre su cuenta por tiempo indeterminado, hasta tanto usted, estimado Héctor, se reeduque y clarifique sus ideas. Mientras tanto, puede contar con nosotros que le ofrecemos una terapia alternativa para combatir el estrés.
-Ppero… ¿entonces ustedes están al tanto de las zonceras que comento por ahí? –Héctor volvió a tomar el teléfono y colocarlo junto al oído para escuchar mejor.
-Desde ya. Nosotros velamos por la salud de la ciudadanía y queremos lo mejor tanto para usted como para el resto de los ciudadanos. Ocurre que a veces no nos dan los tiempos para ocuparnos de todos. Después de todo, no tenemos tantas manos.
-Entiendo. Bueno, este… prometo comportarme como todo el mundo. Pasa que a veces se me sale la cadena Janette. Igualmente, haré la terapia que me ofrecen.
-Se entiende, cualquiera pasa por momentos de bronca, euforia, desazón. Puede expresarse, Héctor, no nos preocupa eso. Lo que nos ocupa es su salú, ¿me explico?
-Si, si, pero, ¿y el cigarrillo? Creí que me llamaban por eso. Ya llevo tres al hilo en esta conversación.
-¡Ah! ¡El cigarrillo! Y qué le puedo decir que ya no sepa… Si va a fumar, desgraciado, hágalo moderadamente, estimado Héctor.
-Gracias.
-Hasta luego. Lo volveremos a llamar para constatar progresos en su escisión de la adicción.
-Adiós.
Frío frío
El frío helando los huesos
narices, rostros, espejos
los dedos y los bostezos
helando llega muy lejos.
Hola ola polar, ¿qué tal?
¿has venido a curar el mal?
Dicen que tus heladas
traen pestes escarchadas.
Y con este frío tan vivo
se congela hasta el estornudo,
pero en el abrazo furtivo
el calor nos funde cual nudo.
Por suerte tenemos el mate
poesía, canción, disparates
para atravesar el momento
de este frío de escarmiento
tu boca, tu voz, tus manos
hacen el ambiente humano.
Ya cuando llega la noche
de tiritar a incandescente
decir algo intrascendente:
¡Pero mirá qué frío, che!
La poesía que cambiaría algunas cosas
Llegó con suavidad
Nadie supo bien
Si fue un atardecer
O una noche cualquiera
Aunque no las haya siquiera
O fue un amanecer
En un pueblo, dos o cien
Trayendo libertad.
Llegó con suavidad
Tocando las almas
Que doloridas clamaban
Piedad y esperanza
Calor y bonanza
Y en un coro cantaban
Batiendo palmas:
Llegó la libertad.
Llegó con suavidad
Cantada o recitada
Recorriendo los confines
Pasamanos y adoquines
Por las voces aclamada
Coronando libertad.
Llegó con suavidad
Con una tierna dulzura
Que bebían los oyentes
Propiciando entre las gentes
Que aunque nada asegura
Promovía libertad.
Y así como llegó
Con suavidad
Por libertad
El sentir nos legó.
Raso
Miraba recostado el cielo raso
Tan cercano que se confunde
Con un latido, con un abrazo
Mas sólo había temor que cunde
Cuando un pensamiento rastrero
Me hacía danzar por lo bajo.
Ya en la mesa, una naranja desgajo
Opté por el cielo verdadero.
Gotas
Cae la lluvia sobre la acera
sobre jardines, sobre los techos
gota a gota va regando
a la Tierra irá renovando.
Cae y no cesa en su tarea
sobre malvones, sobre helechos
gota a gota va pereciendo
para en las vidas seguir viviendo.
Maravillas
Maravillas naturales
que en lo vasto estremecen
monumentos esculturales
que en la historia se mecen.
Inventos originales
que en la mente se cuecen
canciones magistrales
que en el trance adormecen.
De todas las maravillas
colibrí, hurón, ardillas
algunas nos aproximan
a lo natural nos arriman.
De todos los monumentos
busto, mástil y juramentos
algunos nos recuerdan
a la sociedad nos acercan.
De todos los inventos
electrónicos entretenimientos
algunos nos divierten
en humanos nos convierten.
De todas las canciones
pop, rock, reguetones
algunas nos sublevan
por los aires nos elevan.
Oportunidad
Pensamientos colectivos
Expresados en singular
Por pasiones sometidos
A algún vicio circular.
Desmigajan el trayecto
Para poder regresar
Fundidos en un proyecto
Que posibilite progresar.
Buscando oportunidades
Que permitan laburar
Sorteando dificultades
Que clarifiquen el pensar.
Hay deseos comprometidos
Con la vida, con el par
Sueños que serán cumplidos
Porque el soñar es desear.
Distensiones
Buenos días, despedidas
Conversaciones incluidas
Conclusiones diferidas
Ilusiones compartidas.
Rencores, malentendidos
desencuentros sostenidos
reencuentros divertidos
pasatiempos distendidos.
Entredichos, confusiones
seducciones y pasiones
reconfortantes relaciones
musicales sensaciones.
Diálogos inquietantes
malhumores irritantes
miradas cautivantes
palabras aliviantes.
Apoyos como espadas
alegrías maquilladas
dolores, carcajadas
sentir tras las cascadas.
Se derriten los sabores
navegando en los temores
al ritmo de los motores
ansiando tiempos mejores.
Las horas lentas
A veces el alma se ahoga
inocente en un vaso de agua
si llueve olvida el paraguas
y tras el llanto se desahoga.
Es hora de abrirse camino
ver otras formas de pensar
la vida no es sólo pasar
es atravesar el destino.
Y el obstáculo vespertino
merodeando con dificultades
surge como las frivolidades
se sortea con gracia y atino.
Cuando llega la hora boga
para salir de ese trance
y tras evitar el percance
vuelve a reír si hay joda.
Los que dan
Trabajar, con las manos
Con la sien
A pulmón.
Querer progresar
O trabajar por él
Y por ella, por ellas,
Y por el deseo de realización
Entre el sueño y la aurora.
Sueños que se desvanecen
Y otros que prosiguen
Tras el sueño;
Y entre sombras
Donde el trabajo se eclipsa
Luces que se encienden
Otras que se apagan por un rato.
Y bajo las estrellas
La ilusión que se despliega
La esperanza como luz
De a ratos lejana, de a ratos tardía
transformando letanías
Que movilizan
Montañas de yerros
De esperas marchitas
Del tiempo pasando
Machacando la paciencia
Y encontrar motivos
Encontrarse vivo
Síntoma de renovación
De vuelta en el ruedo
Porque el hombre resuelto
Recuerda que trabajar
Espanta ciertos males
Que acechan por lo bajo.
Encuentros fortuitos
Gente que bien va
Otra que parece ir,
Alguno que tiende a venir;
Cambia el recorrido
Sin decir «agua va»;
Otro que vuelve a pasar
Uno se da por vencido
Y se echa a pernoctar.
Pasan, pasamos
Y algo dejamos
Nos damos la mano
Nos abrazamos
Y hasta quizá nos encontramos,
A veces nos damos ánimo:
seguimos en contacto
todo va a mejorar
nos vemos
llamame
ya va a pasar
escribime
y nos despedimos con un dejo
de certeza,
confiamos.
La vida otorga nobleza
sublime
pues vamos
Como un almendro añejo
a florecer,
porque eso también es querer.