Me gusta romper esquemas, sacar diálogos del contexto al que se someten, diseccionar el libreto en el que vivimos, responder por ejemplo:
-¡Leo! ¿Cómo andás??
-Anoche, a las dos cuarenta y cinco.
-¿Cómo ves la situación económica del país?
-Siete a uno, codificado.
Romper los cánones:
-¿Qué decís? ¿Qué contás?
-La epístola papal dio resultados negativos, mientras el euro cotiza estable a la espera de un posible quórum en Pisa.
Destruir algoritmos de pensamiento arraigado:
-¿Qué hacés Leo?¡Tanto tiempo!
-Tu actitud escatológica me provoca glamorosos espasmos, tu tormento será flores en días donde la fauna sea exiliada por los terratenientes, ávidos de minería de alta rentabilidad.
Tocar puntos ocultos:
-Sr., ¿me dice la hora?
-La tarde no tiene parangón, en todo caso, si el calor cede, abrácese.
Purgar condenas socioculturales:
-¡Buen día!
-Será vuestro siempre y cuando calle el alba previo al ocaso de gallos ciegos y gallinas cojas.
En definitiva, me gusta el yodo, el ácido fólico, la taragüí y tu desconcierto.
muy buenoooo!!!! Me dejó alegre y divertida!!!
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Gracias!! Me alegro. Un beso!
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¡Muy original tu entrada! 👏👏👏
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Gracias corazón!
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