Un afianzado escritor francés mató a un turista en París, en una situación trágica, cargada de metáforas, simbolismo y alegorías. A pesar del lamentable deceso, la tristeza de familiares, amistades y allegados, las erguidas coronas de flores y el largo cortejo fúnebre en un suburbio londinense, la novela fue todo un éxito de ventas y sería llevada a la pantalla grande por un destacado director de Hollywood.
