Se suspenden los Juegos de la Buena Voluntad por la mala voluntad de los directivos que no tienen siquiera voluntad de organizarlos. Esperemos que los participantes conserven voluntad de la buena para participar en los próximos juegos, a voluntad. Y este edicto concluye aquí, por falta de voluntad tanto del que suscribe para hacerlo como de los lectores de tales enunciados, hastiados en malograda voluntad de leerlos.
