
Leyendo la borra del café
Como a un libro intrigante,
Descubro un sinfín de sensaciones
De imágenes ideadas
De ideas imaginadas,
Me distraigo en la contemplación
Al encontrarme con tu sonrisa
Sin apuro, sin ninguna prisa
Leo también tu rostro
La felicidad rebosante
La ternura trepidante
La serenidad, los divagues
Que leo al salir de tu boca
Y la excitación que me provoca
Al leer tu sensual mirada
Esquiva, precisa, recargada
Que me busca y se compromete
Sobre la almohada de plumas.
Leo tus pechos y tus cabellos
Que me cuentan cosas
Son espinas las rosas
Que se me clavan en el iris
Cuando leo tus tatuajes,
También leo tus ropajes
Cuando ruedan por el suelo
Leo crónicas marcianas
Y las nubes en el cielo
Cuando subo las persianas,
Leo además los mensajes
Que me obsequian un consuelo
Los titulares de los diarios
Los feriados del calendario
La poesía revolucionaria
Las metáforas más estrafalarias
Los proverbios, el pronóstico
Leo tus besos en Braile,
La novela interminable
Subtítulos, boletas, contratos
Leo intermitente y de a ratos
De corrido, continuamente
Con suspenso o curiosidad
Como al saborear tu piel,
Lo que dicen las cosas que leo
Que a veces capta la atención
Y en otras, con la mejor intención,
Aunque lo vea no lo creo
Me alegran, me conmueven
Me distraen, me despejan,
Me aleccionan, me interpelan
Y después ya no hay después
Es un tiempo en presente
Un vaivén de movimientos
Vuela con los pensamientos
Cual gaviota ante el ocaso
Sobre la playa serena
Caminando por la arena
O surcando la brisa,
Y si lees propiamente
Tal como leo activamente
Encontraremos el sentido
De lo que no es conocido
De lo que está por descubrirse
Antes de que empiece a abrirse
Como flor ante el rocío
Como vino en el estío,
Como vino así se irá
Y al leer florecerá.
Me encanta esa variedad de lecturas extendidas como abanicos en todos los lenguajes. Un gusto leerte.
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Gracias. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
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