A pedido

Me vienen pidiendo ( el público ) que la corte un poco con las ficciones y que cuente COSAS QUE PASAN o que hayan pasado de verdad, es decir, que narre desde la memoria y no tanto desde la inventiva o la imaginación, porque ( por más que la realidad abrume y fastidie, es lo que hay ) el público quiere saber.

Así que, aquí vamos a contar cosas que pasan y espero que no se aburran con la verdad.

Pasa la 503, con dos pasajeros y el chofer más que atento. Pasa la señora con el changuito lleno de naranjas y cebollas. Pasa el noticiero con penas y glorias. Pasa el amor, pasa la esperanza. Pasan autos y camiones. Pasa la elegancia. Pasa la ambulancia, con y sin sirena. Pasa la juventud, pasa la vejez, pasa la moda. Pasan las bicicletas y los peatones. Pasa la norma, pasa la justicia y la balanza. Pasa gente caminando. Pasa gente bostezando. Pasa gente poetizando. Pasa el remisse, pasa el colectivo vacío. Pasa la más maravillosa música. Pasa junio. Pasa el fin de semana. Pasan celebridades y anónimos. Pasan cosas que son difíciles de describir. Pasan descripciones. Pasa Cortázar. Pasan rumores. Pasa el humor. Pasapalabra. Pasa la vida… y te sonríe.

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NO SE CALLA LA POESÍA

me estoy aburguesando
en mi zona del conforte,
en la música del silencio
en la cumbre poética
en el llano estético
en el valle esquelético
en las runas circulares.
¿Status quo vincit?
Leo nardos de Da Vinci.
Como toda revolución
lírica, anatómica
que cae en manos ociosas
labran el ayer con entusiasmo
auguran del futuro los orgasmos,
mas la cauta parsimonia
el vientre plano
la rítmica alegría
dejan todo intacto
y un solo de haz de poesía.

SEGUIDORES AL OTRO LADO DE LA VENTANA

Por costumbre o hábito, suelo publicar en este blog directamente mis textos, generalmente cuentos o poesías, y también algunos otros que no tienen una estructura bien definida, por lo cual no me detengo un momento a hablar del hecho que consiste en llevar un blog adelante, salvo desde el punto de vista de la escritura. Pero en esta ocasión, quería agradecerle a quienes se detienen unos minutos a leer por aquí, por este espacio ¿virtual? y dejan su huella con un like, si es que tienen cuenta en WordPress, o algún comentario de aquellos más osados o a los que la lectura les ameritó decir algo al respecto.
Cuando escribo y publico espero que lo expuesto pueda llegar a gustarles y si transmite algo más, mucho mejor, pero a la hora de crear a través de la palabra uno no sabe ni a quiénes ni de dónde serán los que les pueden gustar mis publicaciones, por diversos motivos culturales, etarios, intereses, etc. Por lo tanto, les agradezco a cada uno de los que visitan y visitaron al día de hoy este lugar, llamado La otra mitad, en referencia a que es el lector la otra mitad de cada texto, es decir, cada uno de ustedes.
Un abrazo.

Opciones contra el aburrimiento esporádico

Con el auge de las telecomunicaciones y el entretenimiento cibernético no es muy habitual que la gente se aburra, no obstante puede suceder que a uno, cualquiera de nosotros, se nos aparezca de pronto e intempestivo el pensamiento «no sé qué hacer», refiriéndose no ya a un tema particular como podría ser un problema o una situación dada, sino a cómo aprovechar bien, pleno, el tiempo de vida que a veces se nos presenta en baches, pensamiento que nos invita a buscar nuevas aventuras.

Para ello, relevamos la siguiente lista con los tres mejores tips que nos aportaron personas que fueron entrevistadas en sus momentos de mayor lucidez.

1-Cocinar sin materiales ni ingredientes ( es muy útil para desarrollar la imaginación, ya que no se puede usar ni agua ni fuego ni verduras siquiera, aunque poco nutritiva ).

2-Conversar con el diccionario ( muy entretenido, aunque se tienen todas las de perder, pues él tiene todas las respuestas ).

3-Conectar una papa a Internet ( desafío intelectual para los amantes del algoritmo y los tubérculos ).


No sé qué hacen ustedes cuando no saben qué hacer, pero si se les ocurre algo, una buena opción es compartirla como tip con los demás.

He estado equivocado

He estado equivocado
( como buen ciudadano )
y he buscado en desconciertos
la chispa de lucidez
que me saque del entuerto.
He encontrado en el acierto
( como un blanco perfecto )
un momento de embriaguez
sin haber tocado fondo,
y sin querer calar hondo
hallo en la voz, la palabra
los términos cuando callo
que expresan hidalgamente
( sin la estirpe del Quijote )
lo que presumiblemente
ansiaba torpe mi mente,
dirán algunos por norma:
«con qué poco se conforma».
Mas se conforma el fruto
por raíz, tronco y follaje
por pulpa, semilla y traje
la lengua rinde el tributo.
Disculpe si he sido bruto,
por no decir poéticamente
por buscar un equivalente
por no asumirme astuto.
Lo buscado y lo encontrado,
lo perdido, lo equivocado
se encuentran, se dan la mano
como dos buenos hermanos
se estrechan, se reconocen
y quién te dice que entonces
andar, desandar el camino
( destinado no hay destino )
crea en parte las vivencias
que iluminarán las ciencias.

Borradores, dilema existencial

Por un momento, en la vida de cualquier escritor ( no se diría en la carrera del escritor, ni aunque fuese una carrera filmíca, como aquella «Carrera contra la muerte», en la cual se anticipaba la carrera fílmica de un joven terminator ), sea esta prolífica, versada, copiosa o farfullada en cimbronazos, que el material acumulado en la carpeta de «borradores» supera holgadamente un mal guión argumental de una serie bien actuada, con atributos visuales más que llamativos, de doce temporadas que constasen de ocho capítulos en cada una de ellas, en el que puede llegar a repensar el curso a propiciarle a todas aquellas ideas y no-tan-acabadas-ideas, es decir, a todas aquellas semillas de ocurrencias o raptos de lucidez esquiva, decíamos, por un momento, en la vida del escritor, del narrador, del poeta, del cuentista, del novelista, del sonetista, del redactor ideólogo, del que desea detener el flujo de los pensamientos con una cadena de palabras que rompan las cadenas y otorguen fluidez a la vida del escritor y, por supuesto, a la del lector ocasional sólo por un momento, los borradores acumulados en tal carpeta tienen dos opciones, dos naipes de la baraja para jugar, como luces y sombras de una ciudad en la noche que, alternativamente, posan y se desdibujan con cada aleteo de los murciélagos. Y amigos míos, en esta gótica ciudad global, no hay batihéroes que lo rescaten en su labor de darle rigor, sentido, coherencia y o lo que desee brindar o expresar a través de su pluma por lo cual, o bien jugará una carta, lo que probablemente le dé la posibilidad de jugar una cuantas cartas más, o jugará la otra carta, que quién les dice, no se convierta en carta ( la actualización cuatro-punto-zero dirá que no se trata de una carta, sino de un email o un largo mensaje vía whatsapp al que le clavarán el visto, sin ser leído como co rres pon de. Pero en fin, amigos, ustedes saben y conocen el valor de la intención ).

Dije

Ya una vez te lo dije:
Sacate la cruz y el dije.
Me gustan los textos sin comas,
El pollo, por favor, no te lo comas.
¡Vade retro! ¡Delante de mí correos!
Se me acumularon en el mail correos
Y casi ni cuenta me di,
Tomá la cinta y medí.
La panceta, salada y cara,
Previo al beso, lavá tu cara.
¡Qué linda que está la noche!
No me digas que no che.
Dejá la blusa en la cómoda,
Vos, relajate, ponete cómoda,
A eso me referí
Por algo soy referí.

Adiós otoño, somnolencia

Un sábado de lluvia en la ciudad
despidiendo el otoño sin piedad,
sábado, que no es uno cualquiera,
sino éste, que empaña la vidriera.

La tarde se presenta glamorosa,
la vida es por momentos mimosa
que busca de nosotros la caricia
si torpes nos encuentra la avaricia.

Un sábado de junio en libertad
viviendo entre la bondad y males,
el alma se cuece en la pubertad.

La llovizna también tiene rituales,
del ensueño alguien me saca: ¡Despertad!
Lo bueno dura poco sin rivales.

Canta la noche

Se nos arrima la noche a cantar
Melodías que afinan el corazón
Nos susurra al oído sin parar
Que no hay luz y es todo cerrazón.

La música nos empieza a cobijar
Cual frazada que hace de caparazón
Pues la noche, como estrella de mar,
Nos habita cuando duerme la razón.

El preludio de los sueños sin temor
Es el canto y la armonía sideral
Que en lo oscuro, el susurro es un rumor

De antigua sabiduría magistral,
Enseñanzas que forjaron con humor
Un sendero de paciencia musical.

No caigamos en la burla

( Chascarrillo textil )

Puede ser muy tentador caer en la banalidad de creer o considerar al Mar de los Sargazos en tono burlesco como el Mar de los gargajos, y entender que se trata de la acumulación de saliva que la gente, con disimulo o alevosía en eventos o por inspiración propia, ha ido escupiendo sin pensar dónde irían a parar tales fluidos. Pero no, señor, aquél escupitajo con el que decoró la camiseta del lineman y la nuca del hombre-banderín por una supuesta alcahuetería no ha decantado en algún hipotético Mar de los gargajos y los científicos han desmentido todo rumor acerca de haberlo hecho en el seno del Mar de los Sargazos.
Despejadas las dudas al respecto, por lo pronto, lo que sabemos con certeza casi absoluta, y aunque sea tentador creer en lo contrario por su sentido figurado, es que en las Islas Caimán son escasos y casi diríamos nulos los habitantes que tendrían un cocodrilo en el bolsillo.

SONETO RETROVIRAL

Barbijos, mil testeos, cinco fases
Familias que no pueden despedirse
Reuniones que no dejan de batirse
El amor docente y sus disfraces.

Casi todo el mundo lo padece
Cepas, variantes, vacunas y jabón
(Si hay algo superior entonces rece)
A los males le ponemos corazón.

Al sistema aplausos esenciales
Que todos en lo poco, en lo mucho
Trabajan en asuntos tan vitales.

Nosotros, paciencia y esperanza
Que por vivir contra la pena lucho
En esta tierra rica de bonanza.

Sentimientos que despiertan

Por las noches se escapa la vida
Como felinos sobre los tejados,
Como la luna tras los enrejados
Se va en búsqueda de más comida.

Vida que cura algunas heridas
Que con otras quedamos devastados,
Cual vida que soporta malherida
Los talentos que hemos malgastado.

Difiere el porvenir del futuro
La esperanza de las ilusiones
Un rostro, hora feliz, hora duro.

La alcancía de los corazones
Guardará para apostar seguro
El sentir fraterno en emociones.

El penar nuestro

Diez teorías arrebatadas
Traducen la desazón habitual
De las almas al escabullirse
De penas que tienden a sumirse
En amarguras conjeturadas
De una sociedad tan desigual.
Sólo diez escalones separan
Al entendimiento del corazón,
Que al sentir encuentra la razón
Del dolor con que nos equiparan.