El viejo y la vieja del Pachu siempre enseñaban con sus consejos y ocurrencias. Recuerdo aquella tarde de abril en que don Sixto nos enseñaba cómo hacer para entender a los demás.
-Vos tenés que ponerte en los zapatos del otro.
Y doña Carmen agregaba elocuente:
-Pero primero esperá que saque sus pies.