Amar la vida con todos sus dolores, sana la herida de todos mis errores. Surge lo bueno con todos sus colores sentirse pleno amén de los temores.
Mirar adelante al costado y al pasado soñar anhelante lo fortuito e impensado, al vivir delante del terreno conquistado sentir radiante de todo lo más amado.
Amar la vida que es bella y perecedera difícil vida que encalla en la escollera eterna vida que duele, verdadera amable vida que toca y exagera sensible vida se bebe y se venera sagrada vida que trastoca a cualquiera mágica vida salida de una galera terrible vida que escapa en la tranquera tan nuestra: Vida, que hace que por Ti muera.
El día se apaga con nostalgia La noche se ilumina con prestancia, Se pasean los gatos con elegancia Dueños y señores de la noche Aventurados desafíos del destino. Uno negro que se cruza en tu camino Uno pardo, en el foro del derroche Con la niebla que se ciñe en el farol Y otro rubio con los ojos como el sol. ¿Uno rojo? ¿Uno verde? ¿Uno violeta? Alucinan los colores del cometa Son visiones de estrellas maravillosas De luces que articulan otras cosas En la noche, que a veces es un abismo Otras veces uno se encuentra a sí mismo Y se pierde del soporte irremediable Que da el gato con su estirpe irrevocable.
Una fruta dulce Una fruta somos Un kiwi, un durazno Y a veces sabrosos Jugosos, jugosos Un pelón, ciruelas Que muerden las muelas. Una fruta deliciosa Los años son cáscaras Las arrugas máscaras La risa contagiosa La ventura, calma Una fruta somos Un pequeño cosmos Que otros saborean Hormigas y nietos La pulpa es el alma.
Laburante del mejor guitarrista, trovador, gran hermano, constructor de conocimiento profundo papá del pequeño Facundo y protector de este mundo.
En el diminutivo, tocayo él toca, yo Leo, amigo en los mandamientos querible Leo, compartimos pensamientos en algún recreo.
De alma son los cimientos que vamos forjando el tránsito de esta vida que se va dando, con amistades, con la familia y los sentimientos y con tu magistral cerveza vamos sanando.
Que se cumplan tus deseos ( y que sean muy buenos ) que no asusten las tormentas con muchos truenos, que haya momentos felices y en Navidad, renos, que esta dicha compartamos querido Leo.
Borro más de lo que escribo y la tinta no me mancha, en algún verso sigo vivo en los otros, banda ancha.
Tiempos fuleros tocaron de pluma, barbijo y lanza, Don Quijote y Sancho Panza un camino nos trazaron.
Pero esto es el tercer mundo dimensión de la Providencia, de atardeceres profundos de mate, amor, negligencias.
Y entre amistades virtuales se gestan las tradiciones, y en cotidianos rituales se nutren las religiones.
El tiempo todo lo cambia el viento nos aglutina, en los desiertos de Zambia en Patagonia argentina.
Mientras, sigo borrando en la memoria viajando, trabajo la hoja en blanco si no lo escribo me estanco.
Vivimos como podemos amamos como queremos, deseamos cuando nos dejan si nos dormimos festejan.
Sean eternos los laureles los espejos de oropeles, los millones de colores los discursos, los olores.
Sean eternos los amores las orgías, los errores, todo menos los dolores las fortunas, pormenores.
Acostumbrarse a lo injusto es moda en tono vetusto, con daños de larga data donde se pierde y empata.
Sociedad y carambola del río que contamina, está la luna tan sola sólo nos queda la espina.
Mas no todo se marchita ni hará que el mal se repita, quien cante «la vida es buena» hará que valga la pena.
Con las olas sueña el mar quisiera seguir viviendo, si se me da por soñar a veces muero escribiendo.
De a ratos, la vida duele de a ratos, hay alegrías de a ratos, el hombre suele de a ratos vestir poesías.
Me despido, esta noche, entonces le pongo el broche de baratija y de latón, sólo pongo el corazón la tinta, la hoja y la pluma el mar le pone su espuma.
Creo en DOS creador del archivo y las carpetas que abrió puertas y dio a luz a las ventanas que en su inicio propagaron cual paganas nuevas costumbres transformadas en rituales que hoy se yerguen extendidos y virtuales sin el encanto de tus dos hermosas tetas.
Mantenerse a flote entre tanta agua Respirar e inspirar y volver a respirar En este valle de lágrimas y sollozos En la fachada festiva y de agitación En el ajetreo, en la calma vacilante, En el palabrerío, el silencio y el bullicio, Respirar, volver a inspirar, suspirar Y moverse, como transeúnte pensar En el hospitalario sentimiento, Ante el trajín de nuestras emociones A flote, tras haberse hundido, a flote Respirar, inspirar, volver a suspirar Ver los sueños, y dormir, dormir Porque es tan necesario dormir Como despertar, como soñar, Darle un descanso al parloteo Y hablar, perderse en la conversación Encontrarse nuevamente en la ensoñación Trabajando, aprendiendo, discurriendo Transitando, esperando, bostezando Y levantarse tras el tropezón, auch, Que a veces duele, que se resiente Y avanzar a pura fuerza de voluntad Porque es la forma de vislumbrar Un porvenir que valga toda pena Con las cargas a cuestas, la cuesta Lo que cuesta la voz que perdura La que sana, la voz que acaricia, Y atornillarse a la silla, brincar, Bailar en el medio de la disputa Y decir lo que siento, en susurros Al oído del viento, bajo el sol, A la luna, con los rayos de Neptuno.
El pensamiento se turba cuando acaecen los temores. La pena parece quedar en el pasado, con los padecimientos a cuestas. Las alegrías van y vienen, como las bicicletas, como las palomas, como la suave brisa que toca la punta de la nariz. Sorbo un mate y reflexiono, sorbe el griego. Me pregunto si alguien leerá lo que escribo, si alguien cae en la tentación de dormirse en los laureles, si alguien pasa y escucha la voz que acaricia, me pregunto si alguien se pregunta. Las estaciones se suceden como se suceden las situaciones, como seducen las palabras, como se suceden las genealogías: con flores, con lluvias, con el Pampero sobre el tejado. Calma, calma… La vida es una promesa presente, persistente, un velo para descubrir y encontrar belleza y verdad en lo cotidiano, debajo de la alfombra de la rutina, un paseo por el cosmos con o sin estrellas, con o sin cometas, una vista panorámica, un momento de comunicación. Ni todo es oscuro como lo pinta el noticiero, ni todo contiene la luminosidad de las noches de Van Gogh, y en el medio, justo justo, esperamos con anhelo, entre sueños, esperamos sin esperar nada, la transición de un sueño a otro, de un sentimiento a otro, agazapados, prestos a soltar la carcajada o el llanto, porque la vida, porque esta vida, sí, porque la vida…sí.
Escribir, cuando el mundo se oscurece, darle un verso, de revés, al que fenece la palabra postergada por la pluma es la voz de nuestro océano y su espuma.
Escribir, cuando el mundo se envilece, cuando todo el pensamiento entristece que no acalle el corazón en esta rima que se eleve el sentimiento hacia la cima.
Escribir, cuando todo parece una fiesta, cuando penan cabizbajos sinsabores, escribir, como atisbo sideral de la protesta.
Escribir, ante toda cabal indiferencia que el poema va cincelando colores cuando el alma va encontrando referencia.
La luna va escalando el firmamento de estrellas se cubre el pensamiento, me corren treinta metros el horizonte es hora de que el corazón lo remonte.
El cielo no está afuera ni está adentro de la escena vital no es más quel centro, y cuando sale el sol sobre los tejados se derriten sentimientos avejentados.
Una frase elaborada (casi atragantada) espera oportunidad de verse iluminada y cuando emerge subrepticia evoca el vuelo de las almas que su voz toca.
La palabra, vapuleada, sutil, victoriosa por momentos cala hondo esplendorosa, cuando en otros pasara desapercibida como estrella fugaz por nuestra vida.
Suenan las campanas todas las mañanas suenan seguidillo salvo los domingos que se van al bingo nuestros monaguillos.
Pero por las noches se pasean en coches ( cuando cantan grillos allá en las afueras o aquí en las aceras ) nuestros monaguillos.
Se toman el vino cuando el arzobispo la sangre de Cristo sirve con atino y miran muy pillos nuestros monaguillos.
Pero las sotanas blancas y lejanas nunca se les mancha cuando en banda ancha navegan sencillos nuestros monaguillos.
Nos cortan los pastos juntan con rastrillos mastican las hostias se van con sus novias lejos de ser castos nuestros monaguillos.
Tocan las campanas para despertarnos todas las mañanas para convocarnos, pero en la liturgia duermen la vigilia sueñan sentadillos nuestros monaguillos.
Si el día fuera una noche La vida, un viaje en coche, El sueño, cuna del verso, El mate un microuniverso El cosmos todos los sueños La infancia, mundos risueños, La noche madre del día Mi antorcha, pluma y poesía, Si la voz siembra ilusiones Si ellas liberan tensiones, Si el vivir se torna armonía Si hablar cobra melodía, Si cada sueño es compartido Si el poema tiene sentido.
Buscando un punto de esta sociedad donde las tensiones lejos de acumularse se liberen, donde lo que pensamos lejos de chocarse se encuentre, donde los sentimientos lejos de marchitarse florezcan, donde las intenciones lejos de adormecerse se siembren, donde las bondades lejos de envilecerse actúen. Buscando un punto entre la sociedad donde viva entre el alba y la luna algún tipo de amor o el amor de todo tipo donde la vida es compartir a cualquier hora y es un camino para ir y venir o simplemente para vivir para dormir y que al soñar todos los males se desvanezcan como la espuma sobre la arena con la que haremos castillos crepusculares.
¿Wi-Fi gratis? El amor a un clic de distancia La amistad, Nuestra voz cobra relevancia El día del niño Despedir de a poco el invierno El cariño El sueño que se torna eterno La palabra sincera La medicina que calma el dolor La risa verdadera Nuestro sentir a todo color (feliz a su modo). Abrefácil, pegafácil, limpiafácil y así y todo Nos queda esta vida difícil.
Se me han ido los lectores, por covid, por desertores por dormirse en los laureles a guardarse en los cuarteles, se han ido con el viento a trocar un pensamiento a refugiarse en la tevé en Netflix, en internet se han ido y otros vienen con mis letras se entretienen con las tuyas, con las nuestras un botón para las muestras buscando romper la imagen tiranías de las comunicaciones dejando la voz al margen en el seno de las interpretaciones que no tocan lo profundo la belleza de este mundo, se han ido o los encontró la muerte o quizás cambió la suerte y otros ocupan su lugar llevándose sólo lo puesto o se les dio por jugar a tener vida de repuesto, se han ido buscando vida o un plato de comida, se han ido en el ajetreo como se fue Ptolomeo. Me falta sociología para entender travesías mas tengo psicología y en el alma diez mil poesías.
Muchos recuerdan el monólogo de Segismundo de Calderón de la Barca o parte de él, pero no lo recuerdan como poesía sino como máxima; otros, en cambio, lo interpretan como disparate o metáfora desaforada; muchos lo hicieron parte de su vida ( o de su sueño, según convenga ). Lo cierto es que ha dado que hablar durante siglos, que hablar y que escribir. A mí, por ejemplo, se me ocurrieron estos versos, que el tiempo ( y la almohada ) dirá si son válidos.
***
Yo vivo soñando aquí y no todo el sueño vi. ¿Qué es el sueño? Una lección un misterio, una atracción. Pues bien, durmamos señores, la cama comprometida, que cada sueño es la vida y nuestra vida, vida es.
Otro domingo que me encuentra trabajando, que me despierta trabajando, que me obnubila trabajando. El frío palpita en las paredes, mientras los noticiarios dan cuenta del calor agobiante en otras regiones septentrionales que decantan en incendios, aquí el frío conversa con el alba y con el cenit, conversaciones que tropiezan porque todos tienen algo que decir y poco que escuchar. Son los estentóreos coletazos de la globalización. Lo inmediato es paliar la ola polar con una frazada, con un poncho de alpaca, con unos mates que a la distancia desde la metafísica europea o desde la naturaleza caribeña observan con curiosidad la excéntrica costumbre nuestra, que la pandemia ( y la lógica neoliberal ) ha querido derribar como uno de los tantos daños colaterales que está dejando. Sube la yerba y chupo. Y pienso. El mate favorece la facultad del pensar, y del sentir, y del gastar bien el tiempo, atentando contra el consumismo. Pero cortemos un poco con esta disyuntiva, con estas divagaciones pueriles que cualquiera tenga por hábito el mate, la conversación, el pensamiento, ya habrá dejado atrás para dar cuenta de los beneficios inmediatos y a largo plazo, de largo aliento –como al escribir una novela- que trae aparejada esta costumbre, y pasemos a algo de carácter más universal, como la poesía. Y el universo no sería el mismo, con sus bondades y torpezas, sin el valor que nos ofrece la poesía, ni sin su sabor ni su aroma ni su cálido paso por nuestras vidas, ni su…
LA VIDA EN COLORES
A mi viejita
Caminamos de la mano y a la par las fronteras de la civilización, la mañana es una conversación en la cultura que no llamamos mar.
Pero es vasta, profunda y superficial, como el mate que no hemos de compartir compartimos el sentido de vivir el dolor y la alegría existencial.
Transitamos, eso no es poco decir el tiempo se nos escurre sin rencor recordando y dando gracias de existir.
Viejilinda atravesamos el color como un arco ( iris ) al escribir, cultivaste la semilla del amor.
Pensar que el domingo pasa con o sin poesía para muchos, pero sin música sería un error, decía Nietzsche. Y Perales compuso una canción de maravilla, para bailar y cantar, para sentirla en lo más hondo del corazón cuando late. Y pensar que hay gente que se ahoga escapando de una vida tortuosa, en barcas que no salvan, de contextos que duelen en los huesos y en la piel, donde el alma no puede respirar, como respira este mate, que sube, que baja, con este frío que congela el pensamiento, que entumece los sentidos. Pero tenemos música, tenemos poesía, y es motivo de celebración y agradecimiento, porque en el fondo ( a la derecha ) somos un poco de eso también.
me estoy aburguesando en mi zona del conforte, en la música del silencio en la cumbre poética en el llano estético en el valle esquelético en las runas circulares. ¿Status quo vincit? Leo nardos de Da Vinci. Como toda revolución lírica, anatómica que cae en manos ociosas labran el ayer con entusiasmo auguran del futuro los orgasmos, mas la cauta parsimonia el vientre plano la rítmica alegría dejan todo intacto y un solo de haz de poesía.
He estado equivocado ( como buen ciudadano ) y he buscado en desconciertos la chispa de lucidez que me saque del entuerto. He encontrado en el acierto ( como un blanco perfecto ) un momento de embriaguez sin haber tocado fondo, y sin querer calar hondo hallo en la voz, la palabra los términos cuando callo que expresan hidalgamente ( sin la estirpe del Quijote ) lo que presumiblemente ansiaba torpe mi mente, dirán algunos por norma: «con qué poco se conforma». Mas se conforma el fruto por raíz, tronco y follaje por pulpa, semilla y traje la lengua rinde el tributo. Disculpe si he sido bruto, por no decir poéticamente por buscar un equivalente por no asumirme astuto. Lo buscado y lo encontrado, lo perdido, lo equivocado se encuentran, se dan la mano como dos buenos hermanos se estrechan, se reconocen y quién te dice que entonces andar, desandar el camino ( destinado no hay destino ) crea en parte las vivencias que iluminarán las ciencias.
No sé si me escapo por el cuarto o el quinto me deja como estaca, no sé por momentos si es que voy o vuelvo con esta imaginación, de pronto sé cada tanto que soy y el lenguaje es concatenación, no sueño a menudo con Ítaca pero sueño, actos de reparto.
Diez teorías arrebatadas Traducen la desazón habitual De las almas al escabullirse De penas que tienden a sumirse En amarguras conjeturadas De una sociedad tan desigual. Sólo diez escalones separan Al entendimiento del corazón, Que al sentir encuentra la razón Del dolor con que nos equiparan.