El escritor debe esquivar memes como un delantero gambetea defensores que entorpecen su camino hacia el gol, defensores de carcajada fácil y entendimiento torpe que nulifican toda comunicación entre aquél y el homologado lector devenido en consumidor de productos de la subcultura, por no decir los desechos de la cultura que otrora hubiesen tenido ninguna atención y hoy por hoy acaparan días y noches aventurando el giro estético, la nueva norma de entretenimiento, la parsimonia de cualquier comprensión y el subterfugio heredero del zapping de imágenes, el scroll continuo entronizado en la yema de los dedos. No por nada todo pasó a ser digital ( y digitable ).
Quizás el ejemplo del fútbol sea un tanto pedestre, porque el lenguaje futbolístico es demasiado gráfico comparado con la labor artesanal del escritor, que puede incluir amagues y desviaciones capaz de desconcertar a los más versados en pos de una eclosión de la consciencia inesperada pero venerada por todo buen lector. Porque, cómo no agradecer la caricia de las palabras que toca los rincones más profundos del ser cuando la sociedad tiende a lo vacuo. En definitiva, el escritor debe vencer sus propias falencias y los obstáculos que la misma cultura le impone y para ello, no basta con captar la atención del lector de ocasión, sino que lo debe conducir por un sendero que se va abriendo a medida que las palabras tejen el entramado, recordando el célebre verso: se hace camino al andar. Y al volver la vista atrás, se ven los memes que nunca se han de volver a pisar, añadirá, y lo hará por contrariar la senda donde todo se da masticado. No, el escritor de oficio le dará el alimento al lector pero éste lo deberá masticar antes de digerirlo, lo deberá trabajar un poco a través del entendimiento y su voz, su inventiva, su talento, su calidad humana, su ocurrencia harán el resto a través de la pluma. Porque al fin de cuentas lo que cuenta no es decir «qué mundo maravilloso bajo el arcoiris» sino ayudarlo y acercarlo a que lo perciba, lo sienta, lo viva y lo goce.
cultura
En el barro todos se confunden
La falta de educación es alarmante
La falta de interés es preocupante
La falta de respeto es irritante
La falta de criterio es intrigante.
En el barro todos se confunden
En el cielo todos se parecen
En la calle todos se sostienen
En el circo todos se divierten.
La música disipa la soledad
Los libros dibujan con seriedad
La radio difunde la novedad
La mañana oculta la oscuridad.
Desde alarmas a preocupaciones
como la soledad, como la oscuridad
parecieran nuestras divagaciones
sobre el firmamento o el pavimento
o de la sociedad y sus privaciones
rendir a la cultura un juramento:
quien mutila las interpretaciones
se adormece ante la realidad.
Ciencia pura
Está científicamente comprobado que la frase está científicamente comprobado no tiene el peso de las publicidades de antaño porque está científicamente comprobado que la gente le da más valor a la opinión que a las comprobaciones científicas.
Hiperconectado
Todo tiene que ver con todo
Desde los riñones a un golpe en el codo.
El terciopelo con la conectividad
Las redes sociales con los adoquines
El neoliberalismo con la pubertad
La religión con las papas fritas
La vejez con la metafísica y la libertad
La estupidez con la palabra escrita
La adolescencia con los gorriones
El dolor con los emoticones
La inteligencia con los banderines
El cerebelo con la mar en coche
Y el sueño que tengo con las buenas noches.
Palabras de uso poco frecuente
Hay verbos que han quedado en desuso, obsoletos, perdidos en el espacio no porque sean antiguos en sí sino porque su uso ha sido muy limitado entre interlocutores de habla hispana, que no obstante aún podemos -raras veces- observar cómo se usan aunque no sepamos bien qué es lo que indican, lo que señalan. Aquí presentamos algunos ejemplos de palabras de poco uso en el español corriente de nuestra época, y si alguno conoce sus significados podría realizar una contribución a la causa.
Esa noche, la mancuerna bujía al ritmo del gong.
Acción y efecto de bujir. Se conjuga como crujir. Ejemplo: El inodoro de esta casa buje impecablemente.
Si nos viera nuestro hijo ajuar al unísono…
Se conjuga como ajar. Ejemplo: Mi amor ahora ajo en polvo.
Katia, amada mía, ¡ya basta de celular!
Se conjuga como telefonear. Ejemplo: Hoy no te puedo celular porque trabajo.
Estoy dudando entre anular o collar.
Se conjuga como callar. Ejemplo: ¡Deberías pensar en vez de collar!
Hoy quien tanto soñé durmiendo.
Acción y efecto de her. Se conjuga como ser. Ejemplo: Luke, hoy tu padre.
Espacial mente
Cuando nos comunicamos por escrito, los espacios son importantes ( al igual que los acentos ) y hay que saber usarlos, porque sino dan lugar a distintos malentendidos.
No es lo mismo:
mantengámonos que mantenga monos.
diversos que dí versos.
revestido que Re vestido.
simiente que sí miente.
nómina que no mina.
eximio que ex simio.
Esto es un ex orto a cuidar la cultura en tretodos.
Actualidad actualizada
En algún punto indeterminado de la Historia, el juicio y la comprensión de los demás tomó forma de ‘verdad’. La opinión general apoyada por una mayoría hegemónica constituía la última palabra ( y muchas veces la única ). En ámbitos o ambientes donde algún saber existe, esto es lo primero que se descarta para arribar a tal o cual conocimiento, como por ejemplo el científico y cualquiera de sus ramas. No bastó entonces con la revolución científica para desterrar esta noción apócrifa sino que la radicalizó con disidentes de diversos y variados sistemas del saber donde no hay verdad alguna ni nadie la conoce pero lo que apoyen las masas pareciera ser el eje central de una oscura verdad, obsequiando como resultado una época donde somos capaces de discutir con un analfabeto sobre gramática, con un iletrado sobre química, con un linyera de economía y con un ególatra de distribución del ingreso.
El juego vacío
Pueden participar desde 0 ( cero ) hasta 0 jugadores. Los de afuera son de palo.
REGLAMENTO
*Ningún jugador, bajo ningún punto de vista, podrá violar el presente reglamento. Asímismo, ningún jugador -bajo ningún concepto- deberá atenerse a él.
*En caso de que ningún jugador juegue, comienza el juego.
*Ningún jugador reparte las cartas. En caso de que las cartas estén repartidas previamente, ningún jugador deberá tomarlas.
*La dinámica del juego consiste en que ningún jugador juega solamente una carta, que deberá jugarla cuando ningún jugador la esté jugando.
*A medida que avanza el juego, las cartas deberán ser recogidas por ningún jugador que las volverá a repartir de acuerdo al siguiente criterio: a ningún jugador se le dará una carta.
*Ningún jugador resultará ganador cuando juegue la carta y la gane.
*Ningún jugador pierde si ningún jugador gana.
*Cuando ningún jugador gana, el juego continúa.
*Si ningún jugador se retira por motivos ajenos al juego, el juego prosigue.
*En caso de que ningún jugador quiera participar, ningún jugador le dará una carta para que juegue.
*Por último, ningún jugador puede abandonar el juego cuando así lo desee.
Incompatibles
-¡Qué hacés incompatible!
-¿Cómo andás incongruente?
-Acá andamos. ¿Vos? ¿Incorregible como siempre?
-Incomparable, querrás decir.
-No, quise decir insobornable.
-¿Yo, insobornable? ¿A qué debo tal intrincada devoción?
-A que te guardo un insustituible amor.
-Afecto, será, infeliz.
-No, es más bien un cariño interminable.
-Yo también te quiero, inútil.
-Tanto como querer no es lo que siento, no me interpretes mal.
-No lo hago, intento comprenderte pero caigo en acrobacias intelectuales que me llevan a inclinarme a pensar que sos inherentemente homosexual.
-Intempestiva declaración la tuya. Incidentalmente he ingerido algún inmigrante.
-Sabía que tenías inclinaciones inquietantes. ¿Cómo anda tu inquilino?
-Intacto. Es inteligente e intelectual. Se aplica en su investigación.
-¿En qué se inmiscuye?
– Se inquieta en interrogatorios interplanetarios. Él insinúa la inmortalidad, pero sufre insomnio.
-¡Qué inepto! Deberíamos interrumpir su inusitado estudio.
-No, su inequívoca indagación involucra indios. Dejémoslo.
-Insisto, deberíamos invocar su infancia para socorrerlo.
-Olvidémoslo, es inocente. Vive su propio infierno.
-Ingenuo, por momento eres inhumano.
-Inhalo un olor nauseabundo, ¿qué será?
-Es intenso, proviene del interior.
-Ingresemos.
-Yo me voy. Intuyo que de esa inopia no pueden ser flores.
-Veo que hay heces incandescentes. Es indeseable, como la inflación.
-Vámonos antes de que nos inculpen.
-Galopemos hacia la inmensidad, infame.
-Tu insulto es inexorable, aunque inerte.
-No fue mi intención infligirte daño, sino infundirte coraje para largarnos de aquí.
-Entonces finiquitemos inmediatamente este instante de inmovilidad.
-¡Espera! El inquilino viene con el inodoro incrustado en el trasero.
-¡Intrigante! ¿Insinúas que son los gases?
-Inspeccionemos el insólito episodio.
-Es inagotable tu espíritu inquisidor.
-Innato.
Antes de cambiar el mundo
Aquellos que quieren cambiar el mundo entero
Deben saber unas cuantas cosas primero:
Por ejemplo, París no desea llamarse distinta
Ni Miami pertenecer a otro país;
El Ganges es difícil que desemboque en otro océano
Ni el Vaticano quiere tener nuevos símbolos;
Mi prima está contenta con su profesión
Su hermana, lo propio, con su familia, al tejer,
Quizá, la tuya también, y el vecino chocho con su mujer;
El paraíso, feliz cuando escucha llover
Las gallinas cluecas cuando van a poner;
Para el viento nada mejor que levantar tierra y hojas
El futbolista regio con su contrato
La gata Flora dulce al ver a su gato;
Los museos vivos y libres de humo
El basural colmado con desperdicios inmundos;
Los jardines rebosantes de flores y mariposas
El doctor digno al recibir un paciente
El kiosquero contento ( hoy nuevo cliente )
Uruguay estará para unos allá sobre el oriente
Y cantan los gallos también al poniente;
Al dinero se lo gana, se lo crea, se lo roba, se lo pierde
Hay besos dulces y besos que muerden,
Hay música sublime, puede que te llegue,
Y poesías duras que tal vez te peguen.
Ahora sí, muchachit@, con tesón
cariño y devoción, cambia el mundo,
De corazón.
Retoño de otoño
El viejo Vizcacha
viajaba en bizcocho
tomaba tomates
con matas en mate,
un día diabólico
en el bólido balaba
cantando en el canto
de la ventana en venta
mientras algún mantra
rezagado rezaba:
“la yerba de Bayer
no es nueva ni buena,
recuerda que cuerda
sujeta su jeta”.
¡Pobre viejo en viaje!
No se llevó la llave
ni se trajo su traje
tenía hornero en el horno
perdió un tornillo su torno.
¿Lo coloco? Loco… loco.
Obsoleto
-Hola Jorge, ¡tanto tiempo!
-¿Tanto tiempo de qué? Si nos vimos ayer…
-¿Cómo anda la familia?
-La familia bien, pero yo no.
-No sé si alegrarme o sentirme triste. Decime qué puedo hacer por vos.
-No, no puedo delegarlo, lamentablemente. ¿Puedo pasar al baño?
-Pasá, pasá. Lo único vas a tener que arreglarte sin el inodoro. Lo mandamos a sacar.
-¿Por qué tomaron semejante medida?
-Era obsoleto. Pertenece a otra época.
-¿Y ahora qué hago?
-Actualizate. Bajate los últimos drivers y en todo caso leé el manual.
-No entiendo Miguel. ¿Dónde hacen sus necesidades ustedes?
-Evacuamos por los poros como todo el mundo moderno. Vos estás out.
-Che, ¿Qué es ese olor?
-Perdón, no te avisé que estaba cagando.
Alien
Ahora que tengo Facebook soy alguien. Antes no. Era nadie. Pero ahora puedo decir con seguridad que soy alguien. Y eso es una tranquilidad, porque ser nadie es como no existir. Ya me decían mis amigos, cuando no tenía celular que sin celular no existía. Y como no existía no me daba cuenta. Me decían que sin plata no existía, que sin Nike no existía y cosas así. Pero uno, al no existir, ni cuenta se da. Pero ahora existo, aunque ya me vienen dejando afuera de la existencia diciéndome que, esta vez, es porque no tengo Instagram ( ya estoy forrado en guita, tengo ocho celulares, cinco pares de Nike y tres cuentas de Facebook ). Esto de ser alguien, aunque parezca divertido, me está llenando un poco las pelotas. En cualquier momento vuelvo a mi antigua condición de ser nadie.
En asiento volando
Cada vez que tengo pan duro, el hambre se aleja. Esto me pasa por construir aire en los castillos. Por eso siempre digo que no hay que mirar el ojo en la paja ajena, ya que como es sabido ojos que no sienten, corazón que no ve, porque perro que muerde no ladra. Mi abuela aclaraba las cosas: quien siembra tempestades recoge con el viento, pero ella no sabía que al tirarle a dos pájaros uno muere. Todos sabemos que el pensamiento salta donde menos liebres hay ya que una casa bien entendida empieza por la caridad, desde que entran moscas en bocas que se cierran. A mí, la sarna que pica me gusta.
La gran barata
Entra un equipo de rugby a un minimercado, todos recontrasudados, con barro hasta en las orejas, pero, no obstante, los tipos muy educados.
-Buenas tardes.
-Buenas tardes.
-Buenas tardes.
El empleado asintió con la cabeza, un poco sorprendido por la mala fama que tenían estos deportistas y máxime cuando salían en grupo. Uno de ellos, que parecía ser el capitán, tomó la palabra y preguntó por el precio de la hambuerguesa, que lucían a la vista ya preparadas para comer.
-100 pesos. -dijo el empleado.
Los rugbiers se miraron entre ellos.
-Es cara.
-Es cara.
-Es cara. -dijeron los quince.
El capitán preguntó por el precio de la cerveza, precisamente la lata de Heinekken de medio litro.
-90 pesos. -respondió el empleado.
Los rugbiers, con una tranquilidad propia de golfistas, se miraron entre ellos y dijeron uno tras otro:
-Es cara.
-Es cara.
-Es cara.
El capitán, inmutable, volvió a tomar la palabra, esta vez para preguntar por el precio de la picada, cuyas bandejas se observaban detrás del vidrio de una heladera exhibidora.
-150 pesos -dijo el empleado impertérrito.
Los rugbiers, cuyo sudor no cesaba de gotear el mosaico del local, se volvieron a mirar entre ellos y uno a uno dijeron:
-Es cara.
-Es cara.
-Es cara.
El empleado los miraba detrás del mostrador y, cuando los vio girar y creyó que se iban, los rugbiers tomaron posiciones de frente como en su mejor scrumm con un grave y sostenido grito de guerra:
-¡¡¡¡Escaramuza!!!!!!!!!!
Arrasaron con hamburguesas, picadas y latas de Heinekken, cayendo otros productos a su paso cual huracán, mientras el empleado, acurrucado en un rincón, debajo de un mostrador veía pasar al capitán, en la cola de los alegres rugbiers, con una tira de salamines colgando del cuello a título de medalla.
4G
Segundo Décima era un rockero de cuarta. Pero de no cuarta categoría como podría presuponer algún desprevenido, sino de cuarta generación. Cuando todos iban por la segunda, él metía quinta a fondo. Sin embargo, no fue sino hasta su sexto disco cuando lo reconocieron en una premiación en la que había sido ternado como artista revelación. Segundo, no obstante, se rebeló y no asistió a la entrega quedando la estatuilla en manos de su manager, quien la vendería luego para comprar chocolates. Décima tenía la particularidad de haber sido el primero en fundar un quinteto de vientos en esa categoría musical. Una de las canciones de dicho disco, titulado “Noveno cuarteto” disparó algún tipo de controversia con sus colegas. Parte de su letra daba parte de la filosofía que encaraba Décima en aquél tiempo:
A Dios gracias, existe el olvido
santo remedio final
en el que se desvanece mi mal.
Los más agitados fueron sin dudas Los tipitos, quienes pusieron el gritito en el cielo. Segundo Décima, lejos de retractarse, lo reafirmó en sucesivas canciones posteriores, sobre todo en el octavo hit del duodécimo disco ( dicho sea de paso, éste alcanzó a ser Disco de Níquel con las ventas al público en su primer año ), que sentenciaba en un pasaje del mismo:
La memoria en su tiranía
no cumplirá la promesa,
finalmente te olvidaré
tengo absoluta certeza
fue falsa la travesía
de mí te desterraré.
A pesar de sus numerables logros, Décima cayó con su último disco ( el vigésimo ) en el olvido del público. Los jóvenes no escuchaban sus canciones ni las tomaban en consideración. Los más veteranos, por su parte, reconocían que Segundo había perdido el ímpetu que caracterizó sus comienzos en la música. Se despidió con más pena que gloria dejando su vocación definitivamente tras la trágica muerte de su mujer, la afamada actriz Gloria Penna, en un accidente automovilístico. Hoy Décima pasa sus días recluido en su chalet de la cuarta avenida, alejado de la música, a la cual no destina ni una décima de segundo de su vida.
Diálogo entre dos marmotas
-¿Desde cuándo insultar a otro causa gracia?
-Desde el advenimiento de la imbecilidad.
-¿Por qué un insulto en una dirección es gracioso y en la opuesta es ofensivo?
-Por la relatividad de los polos intercambiables y la intransigencia de los caminos.
-¿Por qué la ignorancia tiene el impulso de perpetuarse en su orgullo de no saber?
-Porque desconoce su condición y hace alarde de ella en contraste al conocimiento que la descubre.
-Si todos tenemos algo de imbécil de lo que jactarnos, los que dominan el mundo ¿son los reyes de la imbecilidad?
-En el país de los imbéciles, el idiota es rey.
-¿Quién nos guiará en el camino del despojo de la estupidez?
-Sólo aquél estúpido que se haya despojado de su estupidez.
-¿Por qué la imbecilidad es tan atractiva?
-Porque se considera que se la puede dominar, que se la puede conquistar con poco.
-¿Cuál es la diferencia entre un idiota y un imbécil? ¿Y el estúpido?
-El imbécil hace diferencias, el idiota no las reconoce; el estúpido pregunta.
-¿Los imbéciles puede ser eruditos?
-Doctos.
-¿Cómo reconocemos al estúpido?
-Se viste a la moda, habla a la moda y piensa a la antigua.
-¿Por qué somos tan idiotas?
-Por mérito. Valor y tesón. Constancia y sacrificio. Y sobre todo superación y competencia.
-¿Cuál es el límite de la estupidez?
-Carece de fronteras concretas y se propaga al doble de la velocidad de la luz. Además se hereda y se cultiva.
-Cuando comprenda todo lo expuesto, ¿qué ocurrirá?
-Obtendrás tu diploma de imbécil y una corona de idiota.
El Algoritmo de Facebook
Hola amiguis! Soy el Algoritmo de Facebook. Lanzo esta breve encuesta automática entre aquellos capaces de responder a fin de evolucionar mi comportamiento en esta maravillosa red social. Ahí va:
1) ¿Están contentos con mi actuación?
a- Sí, muy contenti.
b- Bastante contenti.
c- Contenti.
d- Descontenti.
2) ¿Prefieren ver más publicaciones de sus amiguis o que yo resuelva qué les gustaría ver?
a- Publicaciones de amiguis.
b- Tengo dudas.
c- Resolvé por favor.
d- Que sea lo que Facebook quiera.
3) ¿Por qué creen que un Algoritmo no tiene fallas?
a- Porque no es humano.
b- Porque sirve a los humanos.
c- Porque lo creemos sin más.
d- Tiene fallas, pero se las perdonamos.
4) ¿Imagina usted la vida sin un Algoritmo que la regularice?
a- Sería horrible.
b- Nunca lo pensé.
c- Te necesitamos, amigui.
d- Nadie es imprescindible.
Diagnóstico:
Mayoría de respuestas a ( 2 o más ): Usted es una persona feliz. Sonríe a todo, incluso a las desgracias, lo cual podría ser malinterpretado y de hecho lo es a menudo como una especie de superficialidad. No se deje llevar por las críticas que pronto lo contactarán de la firma Colgate para alguna publicidad ( con doblaje latino de voz ).
Mayoría de respuestas b ( 2 o más ): A usted le interesan los problemas de los demás, y cuestiones que le planteen cierto sentimiento que le hagan creen que tiene la capacidad para ayudarlos. Esto es un grave error, pues como ha comprobado su supuesta ayuda no hace más que hundirlos. Opine libremente, pero hágalo con moderación.
Mayoría de respuestas c ( 2 o más ): Cuando usted supo que Facebook tenía un Algoritmo le despertó cierta curiosidad, algo así como la del Código da Vinci, pero su comodidad lo mantuvo en su lugar, despojado de todo interés por saber nada, más que darle al megusta. Li felicitamos.
Mayoría de respuestas d ( 2 o más ): Usted es un rebelde sin causa, o con causa, pero es una causa que caducó. Sus intereses carecen de vigor, sus elucubraciones no tienen profundidad y su palabra perdió todo valor para los demás, pues es un traidor ( a sí mismi ) a todas luces. Su opinión, sinceramente, nos resbala.
Respuestas combinadas ( 2 y 2 o 4 diferentes ): Usted es típicamente indeciso. O bien no sabe qué votar o vota y se arrepiente al minuto. Publica cosas para ver qué opina la chusma ( como el desayuno a la mañana ) o comparte situaciones para recibir notificaciones que no le mueven un pelo. A usted no hay Algoritmo que le venga bien.
Comunicaciones telefónicas
-¡Buenas tardes! ¿Hablo con el titular de la línea?
-Sí, él habla.
-¿Me podría pasar con el suplente?
——
-Buen día Señor. Lo llamo por el inodoro.
-¡Mierda! ¡Cómo avanza la tecnología!
——
-Buen día. ¿Está el señor Señor?
-Sí. ¿De parte de quién?
-Dígale que de parte de Quién.
——
-¡Señor! Lo estamos llamando de la compañía Compañía para ofrecerle un nuevo beneficio.
-¡Oh! ¡Qué bien! ¿Y en qué consiste el beneficio?
-Con este beneficio que le ofrecemos usted obtendrá nuevos beneficios.
-¡Oh! ¡Qué bien! ¿Y en qué consisten esos beneficios?
-Con esos nuevos beneficios que le ofrecemos usted obtendrá nuevos beneficios consistentes en obtener nuevos beneficios.
-¡Oh! ¡Qué bien! ¿Y en qué consisten esos nuevos beneficios? …
——
-Señor, lo estamos llamando para verificar si su línea ya está habilitada.
-No. Sigue cortada.
-Bueno, seguimos trabajando en su reparación. Disculpe las molestias.
——
-¡Hola! ¿Se encuentra el señor Ramón Schwartzemblieggert?
-No. Aquí vive Ramón Schwartzemblieggerzj.
-Ah. Disculpe. Que tenga buen día.
——
-¡Hola! ¿Hablo con usted?
-Sí, efectivamente él habla.
-¿Le molestaría dejarnos a solas?
Alto rendimiento
Cuando practicaba deportes, mi mayor bronca pasaba cuando, en juegos de equipo, no era partícipe de los errores. Pensaba y daba vueltas al asunto… por qué tenía que jugar con semejantes chotos?? No me podría haber tocado jugar en un equipo con jugadores un poco, y digo un poco, màs decorosos? Qué malos que eran! Encima se creían el Barsa!En fin, mi apreciación como jugador estaba tan alta que pensé muy seriamente en llevar mis apetencias atléticas a practicar un deporte en el que no tenga que depender de otros para los resultados. Así fue que me volqué al tenis. Jugaba solo, dependía de mi rendimiento y no podía culpar a nadie si las cosas no resultaban. Me tenía mucha fe, básicamente por la destreza que mostraba sobre el césped, la inclinación natural que tenía para los deportes aeróbicos y la alta competencia y el buen estado físico y de salud que ostentaba. El torneo fue maravilloso: bien organizado, con jugadores de alto nivel y gran afluencia de público. Se extendió a lo largo del año y jugué todos los fines de semana. Al finalizar la temporada, más allá del goce natural por la participación en tan magno deporte y quedar último cómodo habiendo ganado un sólo game en todo el año , resolví volver a jugar con mis antiguos compañeros del fulbito de los domingos. Qué se yo… son buenos pibes y tan mal no la pasábamos. Quizá haya algo de cierto en eso que una vez el Tortu me dijo: el choto sos vos.
Frases memorables de ayer, hoy y siempre
Los grandes personajes de la historia suelen considerarse como tales por el público por sus atributos sobresalientes, sea en destreza, inventiva, talento y genialidad, por eso se divulgan sus frases más elevadas para que sirvan de modelo a la humanidad. Y si bien el hombre actual no tiene tiempo ni ganas de leer todas, algunas de ellas rozan lo supremo y es por tal motivo que muchas veces en los medios y en las redes se tergiversa lo dicho por éstos seres de orden superlativo, que supieron salir de la norma y la monotonía de la gente vulgar para hacerse un lugar en el pensamiento universal. He aquí algunas de las frases de mayor trascendencia y valiosas de tales ánimas que han pisado la Tierra, para que reflexionemos en lo profundo de la existencia del ser humano:
“Esta sopa está fría”- Jorge Luis Borges
“Oia… se me desataron los cordones”- Albert Einstein
“Decime cuál, cuál, cuál es tu nombre”- Mozart
“¿Me pasás el talco de una buena vez?”- Winston Churchill
“Anoche soñé con ranas, parlantes y tilingos” – Juan Pablo II
“No te pongas tanta ropa”- Napoleón
“¡Qué cara está la lechuga!” – Charles Chaplin
“Buenas noches, señor presidente” – Marylin Monroe
“Me duele el páncreas” – Friedrich Nieztche
“Habemus papas fritas” – Steve Jobs
“Mmmmmm…¿Sentís ese olor?” – Freddie Mércury
Ordinariamente
¿Qué tenés en mente?
Anís, evidentemente.
¿Qué tenés en mente?
Atún, consecuentemente.
¿Qué tenés en mente?
Nada, elocuentemente.
¿Qué tenés en mente?
Viscosidad, llamativamente.
¿Qué tenés en mente?
Silencio, luminosamente.
¿Qué tenés en mente?
Telarañas, íntegramente.
¿Qué tenés en mente?
Queridas, cariñosamente.
¿Qué tenés en mente?
Colores, selectivamente.
¿Qué tenés en mente?
Estadísticas, laboriosamente.
¿Qué tenés en mente?
Preguntas, básicamente.
¿Qué tenés en mente?
Pinturas, apropiadamente.
¿Qué tenés en mente?
Palabras, comúnmente.
De colección
Éramos chicos para algunas cosas, pero no tanto para otras. Sin embargo, en ese tiempo, a la cerveza le sentíamos gusto a pis de gato. O al menos eso es lo que creíamos, ya que nunca habíamos probado pis de gato ni lo pensábamos hacer. No obstante, había una corriente que nos llevaba a coleccionar latas de cerveza y, en un comercio algo lejano vendían unas latas que no teníamos y las queríamos a toda costa para llenar nuestras habitaciones. Juntamos nuestros ahorros y compramos tres latas. No queríamos la cerveza, que sería nuestro néctar predilecto de otras noches, sino simplemente las latas. Abrimos una y la probamos: pis de gato. No había dudas. La vaciamos en la vereda. Esa y las otras dos latas. El carnicero salió enfurecido por el enchastre que habíamos hecho con la espuma y nos mandó a mudar. Al llegar a casa, comenté lo sucedido, pero mi viejo, que por ese entonces ya era mi viejo, me aleccionó: ¡No! Está mal; vos tenés que traerme la lata, yo me tomo la cerveza y después te doy la lata vacía. ¡Tomá!
Con los precios actuales, espero que mi hija empiece a coleccionar cajitas de cigarrillos, que dice que tienen olor a escape de rastrojero.
El tren de la vida
En el tren “A ningún lado”, sube gente dos por tres.
Multitud de jovencitos, hombres, mujeres, gerontes
Todos preguntan: ¿a dónde va este tren? Responden:
A ningún lado. ¡Perfecto! Dicen mirando el andén.
Al costado de la vía ( el tren frena en cada estación )
se agolpa la muchedumbre, entonando una canción:
qué lindo que se viaja/ en este tren concurrido/
tomande mate cocido/ de acá ninguno se baja.