Ahora que tengo Facebook soy alguien. Antes no. Era nadie. Pero ahora puedo decir con seguridad que soy alguien. Y eso es una tranquilidad, porque ser nadie es como no existir. Ya me decían mis amigos, cuando no tenía celular que sin celular no existía. Y como no existía no me daba cuenta. Me decían que sin plata no existía, que sin Nike no existía y cosas así. Pero uno, al no existir, ni cuenta se da. Pero ahora existo, aunque ya me vienen dejando afuera de la existencia diciéndome que, esta vez, es porque no tengo Instagram ( ya estoy forrado en guita, tengo ocho celulares, cinco pares de Nike y tres cuentas de Facebook ). Esto de ser alguien, aunque parezca divertido, me está llenando un poco las pelotas. En cualquier momento vuelvo a mi antigua condición de ser nadie.
mensaje
En asiento volando
Cada vez que tengo pan duro, el hambre se aleja. Esto me pasa por construir aire en los castillos. Por eso siempre digo que no hay que mirar el ojo en la paja ajena, ya que como es sabido ojos que no sienten, corazón que no ve, porque perro que muerde no ladra. Mi abuela aclaraba las cosas: quien siembra tempestades recoge con el viento, pero ella no sabía que al tirarle a dos pájaros uno muere. Todos sabemos que el pensamiento salta donde menos liebres hay ya que una casa bien entendida empieza por la caridad, desde que entran moscas en bocas que se cierran. A mí, la sarna que pica me gusta.
Comunicaciones telefónicas
-¡Buenas tardes! ¿Hablo con el titular de la línea?
-Sí, él habla.
-¿Me podría pasar con el suplente?
——
-Buen día Señor. Lo llamo por el inodoro.
-¡Mierda! ¡Cómo avanza la tecnología!
——
-Buen día. ¿Está el señor Señor?
-Sí. ¿De parte de quién?
-Dígale que de parte de Quién.
——
-¡Señor! Lo estamos llamando de la compañía Compañía para ofrecerle un nuevo beneficio.
-¡Oh! ¡Qué bien! ¿Y en qué consiste el beneficio?
-Con este beneficio que le ofrecemos usted obtendrá nuevos beneficios.
-¡Oh! ¡Qué bien! ¿Y en qué consisten esos beneficios?
-Con esos nuevos beneficios que le ofrecemos usted obtendrá nuevos beneficios consistentes en obtener nuevos beneficios.
-¡Oh! ¡Qué bien! ¿Y en qué consisten esos nuevos beneficios? …
——
-Señor, lo estamos llamando para verificar si su línea ya está habilitada.
-No. Sigue cortada.
-Bueno, seguimos trabajando en su reparación. Disculpe las molestias.
——
-¡Hola! ¿Se encuentra el señor Ramón Schwartzemblieggert?
-No. Aquí vive Ramón Schwartzemblieggerzj.
-Ah. Disculpe. Que tenga buen día.
——
-¡Hola! ¿Hablo con usted?
-Sí, efectivamente él habla.
-¿Le molestaría dejarnos a solas?
El toque sublime
Me llamaba la atención el corrector de mi antiguo teléfono, en casos en que al escribir un sms, particularmente la palabra «otro» me la cambiaba por «muro». Era un mensaje revelador. El otro era realmente un muro forjado cuya subjetividad había que penetrar para poder llegar a algo parecido a una comunicación. Esta revelación se hizo palpable cuando salió Facebook y ‘los otros’ tenían sus muros y muchos llegaron a creer que eran esos muros. Como la idea no cayó bien ( al sujeto no le gusta ser objeto ) se le cambió el nombre de muro a «perfil». Pero esto no es tan revelador y siquiera sugiere algo, salvo para aquellos que creen ser un perfil, una pose, una imagen. Del otro lado, detrás del muro, hay una sensibilidad, una subjetividad esperando, deseando, que alguien la toque. ¡Ring-ring!