Tiempo para soñar

“Mucha calma para pensar
y tener tiempo para soñar”.  Joao Gilberto

Sagrada la vida que asoma a la herida, en psiquis y en soma sagrada y querida; la parca temida, aliada y rendida, rinde pleitesía al coraje y bravía, al valor valentía, al follaje que se nutre del calor, que no tiene pudor al cambiar de atuendos, que le da dividendos a las formas de vida, cobrándolo enseguida con el canto del ave que suave y titubeante desgrana la mañana, y al emprender vuelo saltando del suelo irá atravesando brindando consuelo. Leyendo textos viejos, me encuentro y me recreo, me pierdo, me distiendo, se abre un abanico de posibilidades a la hora de la escritura que uno no sabe ( la ciencia cierta del no saber ) si dirigirse hacia aquí o hacia allí, o al más allá de las palabras. Toda vida es aquí, lo que soñemos tiende a ser aquí, el encuentro, la voz, los proyectos, y vidas por venir, se desarrollan florecen decaen justamente aquí, al amanecer precisamente cuando las aves inclinan la balanza de la belleza sobre las cosas feas o que nos disgustan. Lo cultural marca el ritmo de vida: días que se mueven, horarios que se estancan, semanas inocentes, tardes de sabores que exprimen los sentidos. Hace falta música para que el aire vibre y suene la melodía proverbial que acaricie el espíritu por encima de la libido, materia o sustancia ígnea de la unión con la mujer que descansa ahora en la cama esperando el anuncio de un nuevo día. Nuevo como el aire que respiro, nuevo como el alba, nuevo como el canto vivo, nuevo como el escrito que se extiende de tinta sobre la faz blanca de la hoja, nuevo que se renueva al parpadear y al silabear estas frases, hasta que la suerte los separe. En la salud y en la enfermedad comprendemos que estar vivo es otra suerte, una suerte de milagro si se quiere, apreciándolo en su máximo esplendor al recobrar la salud, olvidada cuando se tiene ya que obra como norma. Cuando hay salud es posible pensar y cuando irrumpe la enfermedad esta se lleva gran caudal de atención, hasta que nos volvemos médicos especialistas en tales cuestiones que atraviesan el cuerpo. Y pudiendo pensar, los sueños aparecen –siempre que el tiempo no nos devore- y con ellos los deseos: de progreso, de bienestar, de felicidad. Tener tiempo es vivir, independientemente de la actividad en que recaiga el tiempo, el cual podría ser de construcción, de reflexión, de inflexión, de inventiva, de siembra o de narrar los vaivenes del mismo tiempo, como pasatiempo. El tiempo no puede traer la solución a todos nuestros problemas, pero que tengamos tiempo para resolverlos es parte de la solución. Por otro lado, no todo son problemas: hay desafíos, caminos sinuosos, obstáculos al avance, en fin, situaciones que nos piden atención y otras que es mejor desestimar; por eso reloj, no marques las horas, deja que mis pasos me revelen los secretos más profundos de este ser. Las creaciones del tiempo, variopintas, quedan vetustas con sus correteos; los sueños están al presente, vivaces, para olvidarlos luego con nuevos sueños o con el ajetreo del tiempo, con cada hilo de pensamiento que nos lleva hacia montañas y cordilleras cubiertas de nubes, nubes de palabras, imágenes y sensaciones que pronto brotarán en discursos académicos o comerciales, ofreciendo algún modo o alternativa para vencer el tiempo, vaya paradoja del destino, cuando el tiempo venza, y el ocaso de los sueños pinte todo el paisaje con su luz.

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Lo vivido

Todo lo vivido
Todo lo pensado
Todo lo soñado
Todo lo desado
Viaja a ningún lado
Sigue de costado
Queda cual legado
Como lo heredado,
Como por traslado
Sigue recostado
Cerca del tejado
Cerca y alejado
Junto a lo cargado
Duerme aletargado
Y al ser despertado
Vuelve recreado.

Cada tanto se va la vida

Se va la vida cada tanto
se escapa de nuestras manos
se van amigos y hermanos
se va como este quebranto.

Y la forma desaparece
nos queda lo que vivimos,
pensando en lo que perdimos
el corazón se entristece.

Aventurar un reencuentro
en sueño, alucinaciones
en cielos o ensoñaciones
la vida que llevo dentro.

Quedando lo que dejamos
las manos tan laboriosas
rebuznes si nos quejamos
palabras algo curiosas
abrazos cuando nos vamos
miradas tal vez furiosas
consejos que regalamos.

Y se va también con ella
los planes que realizamos
pues a veces imaginamos
una eternidad tan bella.

Otras veces encontramos
en otro rostro el alivio
en otro aliento tan tibio
lo que aún recordamos.

Será que Vida no mata
al menos es un murmullo,
será que tan sólo es tuyo
lo que ni Muerte arrebata.

Basta

“La vida es una escuela donde la gente precisa aprender la ciencia de vivir para no sufrir”.  Joao Gilberto

La sensación de que todo te asquea
respirar un momento -de buen gusto-
recuperar la furia con mucho impulso,
el sueño de decir basta, ¿basta de qué?
y de querer mandar todo allá lejos;
hartarse del incesante mundo conflictivo
ansiar un reposo -que morir no asegura-
recobrar el aliento y sentir estar vivo
dar vuelta las cosas, encontrarle sentido
y dar la batalla al repuntar el alba
no perder el aliento que cobra vigor
y ser viva voz al despuntar el vicio
brindar por salud ( rechazándola )
dinero y amor no se cuidan solos,
y hallar en el transcurso de los días
de las tardes que se van en el ocaso
un otro, que al diferir, es el mismo
que conoció el dolor de padecer
lo que la vida no oculta contiene
y ganar el aliento y ser viva voz
cuando despierta del sueño nocturno
esa sensación, esa guía, esa esperanza
de que vida puede ser, está en su sino,
difícilmente soñado, rara vez guionado,
aquello que percibes en un momento
un instante lúcido de buen gusto,
cuando desaparecen las sensaciones
de que todo te asquea, que todo te harta
y en el reposo –esa paz celestina-
de belleza anhelada, de locuaz verborrea
saboreas el paso, medio vacío el vaso
mas contemplar el vaivén,
el ansia de felicidad,
el deseo del fin de aquellos males,
el deleite de los roces,
la sinrazón, el llanto que hiere,
la ofensa, la gratitud,
la mano que llega a tiempo
el consejo apropiado,
la mano que tira la piedra
que te ha golpeado
y basta con decir: qué vasta es la vida.

 


Fotografía: Gabriela Coca

Tras la tormenta

Salió el sol al fin, tras la tormenta
dulce mañana que ( ya ves ) es hoy
a todo esto de decir soy quien soy
alma que no replica ninguna afrenta.

Palabras que suenan tan alegremente
aunque duras algunas, traen cordura
de escuchar atento de una boca pura
corazón se enciende resplandeciente.

Porque no existe, vida, luz sin sombras
ni en la penumbra, ni en las tinieblas,
haz de esperanza cuando me hablas
y fe profunda cuando me nombras.

Una palabra libre soltada al viento
busca encontrarse con tu presencia
que la recojas, vida, con displicencia
cuando el eco al decirla a ti te siento.

A veces iluminas cual un simple farol
en otras, de la galaxia, eres epicentro
ambas propician el supremo encuentro,
hoy tras la tormenta, al fin, salió el sol.

Fotografía: Leandro Coca

La vida pasa

Pienso en vos, día y noche,
la vida pasando en coche,
por eso llená el tazón
y tu alma con mi corazón.

No olvides que a ti te espero
cantando un blus duradero,
y si tienes una idea fija,
traé camarón, tengo lija.

Yo no busco ser grosero,
le canto al amor verdadero:
al de madre, tierra y buen vino,
es que el amor es divino.
Así es, tu luz no se apaga,
pero esta poesía se acaba.

Fotografía: Jorge Guardia

A vivir

Esqueleto_sentado

Calavera no chilla
Esqueleto no canta
El cajón no te espanta
Si te espera en cuclillas.
La intrépida danza
De la muerte macabra
No habrá ni Abracadabra
Que resurja en tu panza,
El dolor es un limbo
Que así parezca un bingo
Te retuerce el pescuezo
Casi sin aderezos,
Y el placer un narcótico
Que aunque parezca exótico
Te mantiene cebado
Cual un pobre drogado,
Y esa mente bastarda
Que se mueve a tientas
No replica a esta afrenta
Con la línea no cuadra,
Como un triste borracho
Tiene cientos de excusas
¿Quién te tiene reclusa?
Dictador mamarracho.
Cuando tu celu vibre
Si tu espíritu es libre
Sonarán las campanas
De la liberación
Llorarás embargada
Con estupefacción.
En mi pecho tu risa
Peinada por la brisa
Con la piel de los mares
Ojos de otros lugares
Será estrofa tu canto
Tu plegaria, tu rezo
Trocarás tu tropiezo
De haber querido tanto,
Si el amor corresponde
Puede que muera en pena.
Se termina el poema
mi pecé no responde.

La caída de Babilonia

Despotrica, potrillo
Que el esquema caduca.
Afila bien tu colmillo
Lobizón con peluca
La luna viene asomando
El día irá regateando
Minutos de tu penumbra.
Y si una imagen te alumbra
Tu rostro desvencijado
Mira de reojo el pasado
Lo antiguo de la existencia
Y encontrarás la evidencia
De tu alegría eclipsada
En astros, camastros, mensajes
En rostros y bellos paisajes
Quizá en alguna alborada
En una palabra sincera
O en una poesía cualquiera.
Pues ella paciente se esmera
Y en tu corazón te espera.

Alien

Ahora que tengo Facebook soy alguien. Antes no. Era nadie. Pero ahora puedo decir con seguridad que soy alguien. Y eso es una tranquilidad, porque ser nadie es como no existir. Ya me decían mis amigos, cuando no tenía celular que sin celular no existía. Y como no existía no me daba cuenta. Me decían que sin plata no existía, que sin Nike no existía y cosas así. Pero uno, al no existir, ni cuenta se da. Pero ahora existo, aunque ya me vienen dejando afuera de la existencia diciéndome que, esta vez, es porque no tengo Instagram ( ya estoy forrado en guita, tengo ocho celulares, cinco pares de Nike y tres cuentas de Facebook ). Esto de ser alguien, aunque parezca divertido, me está llenando un poco las pelotas. En cualquier momento vuelvo a mi antigua condición de ser nadie.

Alto rendimiento

Cuando practicaba deportes, mi mayor bronca pasaba cuando, en juegos de equipo, no era partícipe de los errores. Pensaba y daba vueltas al asunto… por qué tenía que jugar con semejantes chotos?? No me podría haber tocado jugar en un equipo con jugadores un poco, y digo un poco, màs decorosos? Qué malos que eran! Encima se creían el Barsa!En fin, mi apreciación como jugador estaba tan alta que pensé muy seriamente en llevar mis apetencias atléticas a practicar un deporte en el que no tenga que depender de otros para los resultados. Así fue que me volqué al tenis. Jugaba solo, dependía de mi rendimiento y no podía culpar a nadie si las cosas no resultaban. Me tenía mucha fe, básicamente por la destreza que mostraba sobre el césped, la inclinación natural que tenía para los deportes aeróbicos y la alta competencia y el buen estado físico y de salud que ostentaba. El torneo fue maravilloso: bien organizado, con jugadores de alto nivel y gran afluencia de público. Se extendió a lo largo del año y jugué todos los fines de semana. Al finalizar la temporada, más allá del goce natural por la participación en tan magno deporte y quedar último cómodo habiendo ganado un sólo game en todo el año , resolví volver a jugar con mis antiguos compañeros del fulbito de los domingos. Qué se yo… son buenos pibes y tan mal no la pasábamos. Quizá haya algo de cierto en eso que una vez el Tortu me dijo: el choto sos vos.

La noche oscura del alma está estrellada

Puedo escribir los versos más tristes ésta noche
escribir por ejemplo: “la noche está estrellada
y tiritan, azules, los astros a lo lejos”,
pero en vez de escribir toda esa paparruchada
que nadie comprenderá, me tomaré un buen fernet
y esperaré con paciencia, sonriente y feliz
que todo se vaya de a poco a la mierda.
Y veré mi cadáver pasar por la esquina
entre el llanto amoroso y la risa vecina
que recordará con ternura mi gracia feroz
cuando lleve el cajón con flores el coche
a despedir con alegría y sin rencores
a saludar a queridas y viejos amores,
que los muertos caminen es un artilugio
pero occiso que hable es un privilegio
de la dicha divina que toca al vivirla
pues la muerte es una sola y hay que morirla.

El tren de la vida

En el tren “A ningún lado”, sube gente dos por tres.
Multitud de jovencitos, hombres, mujeres, gerontes
Todos preguntan: ¿a dónde va este tren? Responden:
A ningún lado. ¡Perfecto! Dicen mirando el andén.
Al costado de la vía ( el tren frena en cada estación )
se agolpa la muchedumbre, entonando una canción:
qué lindo que se viaja/ en este tren concurrido/
tomande mate cocido/ de acá ninguno se baja.

Esperando redención

Cien vidas aún, de muertes sin darne cuenta, han pasado y pasarán. De ser rey, ruin, vil y botella, a salsa, bachata y agasajo. De cortocircuito cerebral a oráculo invernal; de cortometraje sideral a tentáculo carnal. Passeportout, me han llamado justificadamente. Mi vida es morir para vivir, es soñar para despertar, es levantarme para caer. Cien sueños que se mezclan en una canción: stairway to heaven; y al golpear las puertas del cielo los nudillos han sangrado esperando redención. Fugitivo de la intrépida muerte, esquivo de la nostalgia donde la memoria se desvanece, he caído en el olvido, he surgido de lo cautivo del pensamiento, de las cenizas de la desaparición. Cien años, dejando grabada en pinturas rupestres mi historia de los cien cuentos; he legado en poemas terrestres mi obra de los cien versos. Vivo, libre de la melancolía en una eternidad tirana, vivo en principio, vivo al fin. Y vivo tiempos temporales y eternidades superficiales, vivo razones y vivo sentidos. ¡Oh sepulcro! Eres la nadería de la historia. ¡Ah cuna! Eres la greguería de la noria. Escape celestial de mis tormentos, te he hallado en el lecho del romance, donde me rindo a tus encantos. Soberano del amor, erudito sin rencor. Cumplo mi condena sin cadenas, mi leyenda que se extiende entre los duendes que entre risas se han burlado  de mis desdichas. Las alegrías no han faltado y a ellas he sucumbido. Hambre y dolor, presentes en cada existencia. Frío y calor, sentidos en la vivencia. Y la liberación por vía y gracia del amor, que en noches de fiebre y desvaríos me han llevado a soñar que moría de una vez y para siempre.

Sublime

La luz es tan veloz, que el hombre-hormiga
viajando a mil por hora, con ritmo de tango
llorón y compadrito, escuchando reggaetón
se confundió, salió de la catacumba, fango,
donde el croar de las ranas suena a canción
sin letra: está todo dicho, aunque no lo diga.

Todo se va llenando de emoticones, me gusta
escuchar canciones que nadie oyó, cuidado
con las caretas ( y las veletas ) que a diario
venden falacias económicas en el mercado.
Hay un cantante que a nuestro abecedario
le agregaría letras: alfa u omega; me asusta.

El chat es popular, pero el arte irá muriendo
se habla por ahí, se dicen cosas, los claveles
y mariposas tienen precio, que nadie regateó
la música no es pulcra, sublime, en los laureles
que otrora conquistó, sueños, el genio despertó
el arpa tocaremos,con precisión, al ir subiendo.

Y en esa melodía, ritmo de rock, escucharemos
en voz de algarabía un ruiseñor, y dormiremos.

Ambivalencias

Salvadores y salvados
van por el mismo lado,
poetas y cretinos
tienen mismo destino,
ministros y soretes
se van por el retrete,
santos e hijos de puta
siguen la misma ruta,
cínicos y escultores
todos serán rumores,
asesinos y valientes
volverán a la fuente,
cobardes y fuertes
corren la misma suerte,
maniáticos y doctorados
todos serán olvidados,
profetas y pelotudos
se quedarán sin escudos,
débiles y mendigos
ya no serán testigos,
magnates y gentiles
se volverán sutiles.