La otra tarde estaba aburrido y salí de shopping. Como el efectivo era escaso, sólo me compré una opinión. Me ofrecieron envolvérmela, pero desistí y me la llevé puesta. Cuando salía para regresar, pude ver que a un anciano se le caía una opinión del bolsillo del pantalón al subir al auto. La recogí, subí al Peugeot y lo seguí para devolvérsela, pero no logré alcanzarlo. Llegué a casa y mi mujer, lejos de recibirme con un beso, me propinó dos opiniones y mi hija otras tantas. Harto, prendí la tele y recogí diez/once opiniones casi sin darme cuenta. Metí las manos en los bolsillos buscando los cigarrillos pero sólo encontré las llaves y varias opiniones. Me levanté y me fui hasta el kiosco. Pedí un Camel y cuando quise pagar con opiniones el kiosquero me corrió a patadas. Ahí me di cuenta que era tarde, estaba cansado por el trajín y cuando quise darte las buenas noches caí en el hecho de que sólo puedo ofrecerte mi modesta opinión.
Recibe un cordial saludo y muchas opiniones de mi parte buen amigo Leo.
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Jaja un abrazo Vik!
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👏👏👏👏
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😘
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Las opiniones, aunque no te las quisieran aceptar como pago en el kiosco, pueden ser muy valiosas. Yo, de vez en cuando recojo alguno y ya tengo una buena colección, aunque me faltan muchas ¿cambias alguna que tengas repe?
Muy buen escrito, me ha gustado mucho, con mucha gracia.
Un abrazo.
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Qué linda Estrella!
Sinceramente, simplifico bastante las opiniones al punto de quedarme casi sin aliento por momentos. Pero en caso de que brotan nuevas con gusto te las hago llegar.
Un beso!
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A mi opinión , está genial y muy original … me hiciste reír . Un abrazo Ariel
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Gracias Ariel. Un beso!
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