Cartas a nadie

Me llegó el siguiente mail de un lector. No voy a revelar su identidad para preservarlo, pero me parecía apropiado compartirlo ( con su autorización) con el público.

Señor:
La catarata de información de las carazanas que están saliendo a través de los astros mediante cuáles los llevan incongruentes a habitués de la civilización no conjuga, mientras tanto el mate se enfría en una tarde calurosa llena de sobrevolados libracos de la ortografía decimal.
Decir estupideces no es para cualquiera es para gente civil que porta trajes de neoprene en las vertientes de la Libertad. A través de las misivas y de las cartas interestelares nos llegan mensajes de otras galaxias sin exagerar que dan cuenta de la verbigracia de los alienígenas y nos quieren hacer entender que nuestra mutua incomprensión no se elevará por los cielos de las apalabradas congruencias que nos darán y nos otorgarán cierta parafernalia metropolitana cuando lo que necesitamos es la paz de nuestro destino con nuestros congéneres. Si esto no es comprensible por los niños del futuro que lo sea por los ancianos del pasado que nos han relegado a la ignonimia y al olvido fraternal en el pesar del vecino en la aldea global.
Los cantos se escuchan y se oyen a través del campanario celestial y a través del aire límpido que nos trae voces desde lugares remotos con los tambores de guerra que no cesan de latir y la gente bate palmas en las Canarias. A su vez las canciones de amor nos dan el vislumbre de lo que podría ser una vida cualitativamente más equitativa y justificadamente añorada. Las bendiciones de Frederick y sus sentencias y sus palíndromos nos dejan un peso con el que no alcanza ni para comprar 2 kg de papas.
El encantamiento de las serpientes se da a través de la música efímera pero eficaz, y eso es todo lo que necesitamos para comprender de qué se trata toda esta sarasa.
Si usted y yo no lo entendemos tendremos que reveer de qué la va nuestra misericordia, ¿Estamos equivocados o sencillamente queremos algo que no está vaticinado en el porvenir? Eso lo sabremos bien cuando estemos pisando el andén en las vías del Progreso. Mientras tanto esperaremos ansiosos las explicaciones correspondientes. No desesperemos: el futuro es todo nuestro.
Saludos, K.

Mi respuesta fue escueta:

Estimado K:
Estoy en un cincuenta por ciento de acuerdo con usted. En cuanto a la otra mitad, no es que disienta sino que no entendió un corno.
Le agradezco la molestia que se tomó de hacerme llegar sus inquietudes y le pido me disculpe por mi discreta comprensión lectora. No desespere: el presente es todo suyo.
Un abrazo.

Después me quedé pensando si procedí un tanto descortés o simplemente soy un imbécil. En todo caso, me retractaré y le pondré empeño a aquellas cuestiones que me hacen llegar por escrito y que me ponen a prueba en este difícil arte llamado Vida.

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