Soldado

Esta semana se me rompió la computadora, me estafó el banco, tuve una contractura en el gemelo y no pude trabajar, se me pinchó un neumático y perdí el sentido del humor.

Gracias señor por darle las batallas más difíciles a tus mejores soldados.

Para la próxima recuerda que ya vengo combatiendo desde hace más de cuarenta años a tu servicio, estoy bastante podrido con perdón y creo sin pecar de soberbia que me merezco un descansito.

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