De pensares y pesares

Pensar, pozo sin fondo,
caer al abismo tan hondo
y nunca llegar a golpear
soltar el paso al flotar.

Y en el éter naufragar
espacio común vital,
que conviven bien y mal,
regio, burdo, espectacular.

Nunca perder el asombro
con la ruina, del escombro
de la flor viva sensciente
como el resto de la gente.

Como el niño troca llanto
por ver cumplido el deseo,
cual amor de madre un manto
timbre alegre de recreo.

Cuando corren tan contentos
en la ronda o el evento,
cuando copian bien atentos
el dictar de lo violento.

Cuando el dolor sensibiliza
o conocer lo moviliza,
cuando frente hay un espejo
tan gigante como añejo.

Donde el pensar y el alma
vibran como aquella alarma
y la voz poco elocuente
suena lindo tan frecuente.

Como flotan sobre el agua
problemas que se olvidan,
como cubre cual paraguas
de las lluvias que liquidan.

Y confiar en la natura
que de tan sabia tan mansa
y si algún pesar te cansa
haz de vivir la ventura.

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